En unos días se inicia el curso para los profesionales del aprendizaje (maestras, maestros, docentes, educadoras, educadores, profesores, profesoras) y, después, familias y criaturas empezarán un nuevo viaje lleno de aventuras.
Como maestro y como padre puedo sintetizar esta realidad desde dos puntos de observación. He aprendido a no enfrentarme a esta situación, sino a acogerla con la energía más sana posible.
Yo, como maestro, intento entender las preocupaciones de las familias, dar respuesta a sus interrogantes y sostener sus inseguridades. Yo, como padre, genero un clima de seguridad, explicando a mis criaturas con sinceridad qué se van a encontrar esos días, con quiénes van a compartir el tiempo, dónde estarán papá y mamá y recordarles el amor que sentimos hacia ellos.
Para poder acoger este momentos desde otras miradas, pedí a algunos colegas un consejo para las familias y otro para los profesionales del aprendizaje.
Esther Zarrías (Un cambio de mirada)
- Profesionales de la educación: Revivid estos días la ilusión con la que escogisteis esta profesión y llevadla con vosotros cada día de este nuevo curso escolar pues con ella los niños sentirán la coherencia de vuestra elección.
- Familias: Acompañad a vuestros hijos con amor y respeto, sin juicio, sin comparativas y aceptando su propia individualidad solo así se sentirá valorado y querido incondicionalmente.
Carolina García Sánchez (Bellelli Educación)
- Docentes: Busquen conectar con los niños y sus familias, dando valor a los sentimientos y necesidades de todos los involucrados.
- Familias: Escuchen su intuición, y denle el regalo de la autonomía a sus niños, eso es amor.
Ares González (padre, maestro y formador a partes desiguales)
- La gran labor de la educación en la infancia es generar un ambiente conjunto entre profesionales y familias. Por eso, mi máxima siempre ha sido que los docentes tienen que aprender a sacar el máximo de las familias y las familias tienen que aprender a sacar el máximo de los docentes. Esta mirada genera el contexto de aprendizaje ideal para el desarrollo y crecimiento de nuestros niños y niñas: las interacciones fluyen, las dificultades se abordan y disipan, se vive el proceso educativo con alegría. Eso si, se requieren dos claves: respeto y confianza. Sólo se puede aprender en contextos emocionales positivos (labor de profesionales de la educación y familias).
David Bueno (divulgador científico)
- A los padres: que vivan con ilusión positiva el inicio escolar de su hijo o hija, y que compartan esta ilusión en familia, sin sobreactuaciones y sin exigencias previas.
- A los educadores: que transmitan ilusión a sus alumnos, adaptándose ellos (los educadores) a las expectitivas de sus alumnos.
¿Cómo ayudáis vosotras a las familias y a los profeisonales?